martes, 23 de noviembre de 2010

El Gran Problema





El hospital no se encuentra separado, ni física ni biológicamente, de la comunidad a la cual sirve. Esta relación “Hospital - Comunidad”, en lo que respecta al control de la transmisión de enfermedades, está compuesta de numerosas interdependencias.

Todos conviven, todos prestan un servicio distinto entre si y tienen en común una sola cosa MUY importante: ¡Todos son personas!, Olivo puede ser su mamá, su papá, su prima, el novio de la vecina, puedes ser usted. Todos hacen lo que saben hacer, lo que deben hacer, y ayudan a que el hospital tenga más vida y no mucha muerte. Son un gran equipo, piezas de una gran máquina, son una familia. Después de todo, ¿quién sería el doctor sin un paciente? O ¿cuál sería el ambiente de trabajo de un Hospital sin la participación de los camareros y los limpiadores? O ¿qué tanto podría hacer el doctor con solo sus dos manos sin la ayuda óptima de los enfermeros y las enfermeras?..

Un error tan sencillo como no colocar la basura en su lugar puede desencadenar una serie de problemas con consecuencias muy graves dentro y fuera del hospital; donde se pueden mencionar la transmisión de enfermedades infectocontagiosas y los accidentes con objetos punzocortantes y sustancias tóxicas.

En términos generales, el manejo de los Desechos Sólidos Hospitalarios en la región, no ha sido objeto de una vigilancia sistemática que permita garantizar un control efectivo de los desechos potencialmente peligrosos. Los desechos son recolectados con algún grado de precaución únicamente en el manejo interno de los establecimientos, ignorando casi en su totalidad los efectos negativos que éstos pudieran tener en la comunidad que recibe el destino final.

En raras excepciones, la basura contaminada es separada de la basura común y en la mayoría de los casos entregada al sistema de recolección municipal sin ninguna precaución específica, inoculando así al resto de la basura producida en la ciudad, aumentando las condiciones de riesgo para las personas que se dedican a la recuperación en los botaderos o rellenos municipales.

Por riesgo entendemos la probabilidad que tiene un sujeto de generar o desarrollar efectos adversos a la salud, bajo condiciones específicas de exposición a situaciones de peligro propias del medio.
La definicion de riesgo permite definir los factores que lo componen:

la amenaza
es cualquier situación que pueda representar un peligro, como la presencia de DSH/P y/o agentes patógenos en el medio (todos los DSH/P, sobre todo los punzocortantes, químicos y radiactivos).

la vulnerabilidad
es representada por las condiciones específicas de exposición a una situación de peligro en la que se encuentre el sujeto (segregación inadecuada de los DSH/P, falta de capacitación, de normativas, etc.).
à La probabilidad de sufrir accidentes es resultado de la combinación de estos dos factores - amenaza y vulnerabilidad -, los cuales determinan la magnitud del riesgo. Es entonces, a partir de un análisis detallado de la amenaza y la vulnerabilidad y de su incidencia en la cuantificación del riesgo, que podremos llegar a entender cómo modificarlos.

Más de 14 millones de kilos de residuos peligrosos producen cada año las Instalaciones de Salud centroamericanas, sólo en las capitales de país… Es a esta magnitud de riesgo a la que están expuestos a diario usted, sus compañeros trabajadores de salud y sus pacientes.

Objetos punzocortantes, materiales con sangre u otras excreciones corporales, desechos de tejidos y órganos, químicos, fármacos vencidos y otros muchos desechos pueden estar cerca suyo o, de hecho, formar parte de su rutina diaria.

No lo dude. Su oficio es de alto riesgo. Todavía más, se afirma que el oficio más peligroso de la actualidad es ser empleado de saneamiento. Según estimaciones de la Agencia para el Registro de Sustancias Tóxicas y Enfermedades de los Estados Unidos, 180 de cada 1.000 trabajadores del sector salud sufren algún tipo de accidente relacionado con los desechos hospitalarios. Este valor es el doble del promedio de los accidentes que se registran en toda la fuerza laboral norteamericana.

Y si esto ocurre en los Estados Unidos, donde los estándares de calidad e higiene en hospitales son sumamente exigentes, ni qué decir del área latinoamericana. La situación en el resto del continente es peor, pues el manejo de los residuos peligrosos no está tan reglamentado y los recursos disponibles para su adecuado manejo son menores.

Es importante mencionar un ejemplo de enfermedades en estos casos: En cuanto al grupo de Hepatitis, la producida por el virus VHB conocida como HEPATITIS B, es una de las enfermedades más temidas y fácilmente transmisible, debido a que su viabilidad en el medio ambiente es más prolongado en relación al virus del SIDA; por ejemplo : Se estima que para que pueda darse una infección con VIH se necesita 0.1 ml de sangre positiva al virus, en cambio para que pueda transmitirse una infección con Hepatitis B solo se requiere de 0.00004 ml. de sangre infectada; el potencial para una infección de VHB, después de un contacto con desechos hospitalarios es mucho más alto. De ahí que el método para neutralizar estos desechos, requiere de técnicas más rigurosas que garanticen la eliminación del riesgo.

Todos los DSH/P representan una amenaza para la salud. Sin embargo los estudios examinados concuerdan que los más peligrosos son:

ü Los punzocortantes, responsables de la mayor cantidad de accidentes y causa principal de enfermedades y mortalidad evitables vinculadas con el manejo de los DSH.
ü Los compuestos químicos y en particular los citotóxicos.
ü Los desechos radiactivos, que constituyen la tercera causa de accidentes.

No podemos eliminar el uso de jeringas, ni los tratamientos con radiaciones ionizantes en pacientes que lo requieren, pero sí es necesario rectificar acciones

El panorama se agrava aún más si tomamos en cuenta que esos 14 millones de kilos son apenas el 40% de los desechos producidos por los hospitales de las capitales centroamericanas cada año; cantidad que puede contaminar el otro 60% de desechos comunes, si se mezclan como consecuencia de una separación inadecuada.

Los estudios se realizaron para capitales de países.. Multiplicar el problema por cada capital de cada estado de cada país lo hace mucho más alto.

Las malas prácticas:

ü Sólo en el 10% de los hospitales investigados los objetos punzocortantes son separados en contenedores de plástico resistente. En el resto, los contenedores usados para segregarlos son totalmente inadecuados.
ü En muchas Instalaciones de Salud ni siquiera se utilizan bolsas plásticas, sino que los DSH son llevados al almacenamiento en baldes o barriles metálicos que, por lo general, no se lavan después de ser vaciados. En algunos establecimientos las bolsas son reutilizadas después de verter los DSH en otros recipientes o tirarlos en el piso del depósito temporal.
ü En algunos hospitales los restos de alimentos provenientes de los servicios a pacientes con enfermedades infectocontagiosas son depositados en recipientes conjuntamente con los desechos comunes.
ü Los desechos líquidos, incluyendo las aguas procedentes del lavado de las vidrierías, de la ropa contaminada, excreciones de los pacientes, líquidos radiactivos, son tirados al alcantarillado sin ningún tratamiento o precaución.
ü Existe libre acceso a la mayoría de los lugares de almacenamiento temporal de los hospitales, donde los trabajadores de aseo tienen que lidiar con personas que se dedican a la recuperación de materiales, o ahuyentar perros y aves de rapiña.
ü Las agujas, jeringas, algodón y otros residuos de curaciones son transportados y depositados junto con la basura común y sin ninguna precaución, en los centros de acopio temporal.
Los problemas de fondo
ü una segregación inadecuada- de los desechos bioinfecciosos, los cuales aumentan la cantidad de desechos peligrosos al entrar en contacto con los desechos comunes.
ü La falta de segregación adecuada para los desechos punzocortantes, que son causa directa del mayor número de accidentes.
ü La práctica de arrojar los residuos hospitalarios a vertederos junto con los desperdicios municipales, lo cual crea un grave riesgo para la salud de los rebuscadores de basura, la salud pública en general y el ambiente.

Sabemos que no siempre es así, sabemos que gran parte del personal sabe que se debe hacer y que no se debe hacer, Pero esto claramente evidencia que no TODOS están muy claros. Y TODOS somos parte de la gran dinámica.
Además del grado de exposición a la amenaza de los DSH/P, hay otros componentes que determinan la vulnerabilidad de los sujetos: DESINFORMACION, estado de salud, hábitos, aspectos culturales, nivel educativo, grado de conciencia y sensibilización hacia el problema, el sistema de manejo de los DSH adoptado en la Instalación de Salud, la disponibilidad de recursos, la falta de vacunación del personal, entre otros.

LA AUSENCIA DEL UNIFORME:

Cuando no le facilitan el uniforme al empleado: En el caso a, muchas veces, injustamente, está fuera de las manos del empleado. Pero el empleado tiene supremo derecho a reclamar lo que le corresponde para trabajar como debe trabajar. Eso nunca lo deben dejar a un lado, deben oponerse rotundamente a trabajar cuando su salud está en riesgo evidente.

Cuando lo tienen y no se lo colocan: sin embargo es bastante común. ¿por qué creen ustedes que la mayoría de los empleados de cualquier lugar se oponen a utilizar el equipo de seguridad?, es un problema nacional, sucede en cualquier empresa, en industrias con condiciones de peligro extremas igualmente, los empleados rechazan el uso de sus “incómodos” trajes, guantes, lentes; en este momento podemos declarar que todos acá merecemos un soberano regaño, pues los instrumentos de protección personal se planificaron con la intención de cuidar nuestra salud, de que las cosas se hagan bien, mientras los tengamos, y no los usemos, cualquier accidente que suceda será culpa nuestra, y saldremos perdiendo en todos los sentidos, desde el punto de vista legal, hasta el más importante, nuestra integridad física, nuestra salud; no vale la pena arriesgarse.

Si conocemos los problemas, si conocemos la consecuencia, los riesgos, si al menos nos familiarizamos un poco con el tema, nos ubicamos en el contexto importante que abarcamos con respecto a la problemática, la voluntad será inmediata, y la voluntad es un recurso muy importante para la solución de cualquier problema en la vida.

La importancia de un ambiente laboral sano, la importancia de nuestra propia salud, de nuestros derechos como seres humanos, y nuestros deberes, la importancia de cumplir las normas, que se escribieron por algo, y más allá de cumplirlas, conocerlas, todos los que estamos acá después de estos seminarios debemos tener plena consciencia de que se cometen errores muy fácilmente en la práctica solo por no conocer la teoría, y no corresponder al sentimiento de pertenencia que nos exige nuestro trabajo para hacerlo con cariño y de manera mejor.

Un riesgo permanente

Si tenemos a un individuo vulnerable (usted) expuesto directa o indirectamente a gran cantidad de residuos peligrosos que no son manejados adecuadamente (amenaza), el resultado será una probabilidad permanente de que usted enferme (riesgo).

El principal riesgo que implican los DSH es de producir accidentes, que pueden transmitir infecciones, entre los trabajadores, los pacientes y las comunidades que entran en contacto con ellos.

Este riesgo está presente tanto durante los procedimientos de asistencia a pacientes – es decir, durante el quehacer de los profesionales de la salud –, como durante el proceso que continúa el personal técnico y de limpieza para la recolección, acumulación y disposición final de los desechos.

Al final todo está en manos de Olivo (personaje del dibujo). Y Olivo, puede ser cualquiera de nosotros.

INFORMACIÓN OBTENIDA APARTIR DE: MANUAL de dsh para personal médico y de enfermeria
Programa Regional de Desechos Sólidos Hospitalarios
Convenio ALA 91/33
1998
© Programa Regional de Desechos Sólidos
Hospitalarios, Convenio ALA 91/33

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